Exiliado en Panamá, el expresidente Jorge Serrano Elías, concedió una entrevista a La Lupa. Durante la conversación, el exmandatario habló de su pasado, de la Refundación del Estado, de la prensa y de su futuro judicial en el país. El expresidente asegura que su historia no es como se conoce actualmente, así que lo invitamos a leer las respuestas que dio en la entrevista y sacar sus conclusiones tras este #SerranoBajoLaLupa.
¿Qué pasó antes del 25 de mayo de 1993?
Pasaron muchísimas cosas. El golpe que me dieron a mí era un golpe que se venía tramando. Se agarraron de lo que yo hice con el Congreso y con la Corte Suprema de Justicia, pero en realidad esto lo venían preparando. Básicamente había descontento contra mi persona en la cúpula militar de la dirección del ejército y en la cúpula empresarial. Los máximos dirigentes de este complot fueron Dionisio Gutiérrez y Otto Pérez Molina. Esto no lo digo yo, sino que también se pudo rescatar de documentos desclasificados de la CIA. Incluso Juan Luis Font publicó un artículo en donde él contaba de todo el heroísmo de Dionisio Gutiérrez y Otto Pérez Molina al haberse concertado para botarme a mí. La razón la que complotaban contra mí era porque el sector privado estaba furioso conmigo por no haber privatizado la energía y las telecomunicaciones. Ellos querían los bienes de capital productivo, algo que yo no iba a hacer. Yo iba a entrar en un proceso de desmonopolización y después en un proceso de privatización, pero yo no iba a trasladar un monopolio estatal a un monopolio privado. Otro punto fue la estabilización económica. Vinicio Cerezo me dejó el país sin reservas, con una inflación del 60%, me dejó cerradas las ventanillas de la banca internacional. El país estaba hecho una desgracia. Yo tuve que tomar medidas con los impuestos de recuperación económica. Tomé medidas drásticas ya que no tuve presupuesto los dos años y medio que estuve en el país. Me tocó enderezar la economía del país, pero todo esto que le estoy contando está publicado en el Banco de Guatemala, pero a mí me echan la porquería. Cuando realmente lo que se hizo fue lo que se tenía que hacer en el país. Entonces esto sacrificaba los grandes intereses del país porque a ellos les importa un bledo lo que está pasando con el país, lo que ellos quieren es el beneficio de sus empresas. Entonces si a esto usted le suma lo de la privatización y después las pláticas de paz, cosa que no quería la cúpula empresarial ni militar, y yo seguí adelante con las pláticas. La gente importante en el ejército recibía plata para los soldados. El ejército me apoyaba, porque ellos eran conscientes de que yo había puesto disciplina, que había re-hecho la fuerza aérea y había dignificado al soldado con un salario mínimo. Le puse sueldo decente a los oficiales, a los maestros, modifiqué el escalafón y modifiqué el salario de todos los trabajadores públicos. El país empezó a caminar. Puse el bono 14, pero esas élites no aguantaron eso y dijeron que me tenían que destruir porque si no yo me iba a quedar en el poder, cuando yo dije que entregaba a los 5 años de haber recibido. Les angustiaba el apoyo que la gente me estaba dando. Empezamos el programa de hogares comunitarios, y me acusaban de que este era un proyecto político. No se puede ser tan egoísta en este país, luego el otro problema fue el problema de la repatriación de refugiados y reubicación de desplazados. Los dueños del país, a quienes llamo “los dueños de la Guayaba” y el grupito de militares que tenían cooptado no tienen consciencia de ello, pero solo a Jorge Serrano y la gente preocupada por los derechos humanos se preocupaba por estas personas fuera del país y en las montañas. Era un enfrentamiento mío con Otto Pérez Molina y Dionisio Gutiérrez. Yo me senté con el General Ortega e hicimos un análisis de la situación y me dijo: “O damos nosotros el golpe o nos lo van a dar” .
¿Así surgió el “Serranazo”?
Por eso es que surge el Serranazo. Yo no hacía lo que a ellos se les daba la gana. Cuando yo llegué a la Presidencia llegó el CACIF conmigo para pedirme a Catalina Soberanis como Presidente del Congreso. Se equivocaron, en ese momento ellos la hicieron Presidente del Congreso. ¿Quiénes eran ellos para irle a dar órdenes al Presidente? Ellos me exigían que parara las negociaciones de paz y les dije que me mandaran a sus hijos entonces, pero tropa mía no iba a seguir en Quiché. Porque eran indígenas que se estaban muriendo en Quiché, y sin saber por qué. El problema es que la revolución que nosotros necesitamos no es una revolución económica, social, ni política, sino que es una revolución moral. No se puede seguir manejando el país al antojo de unos pocos. Yo llevo 23 años y me han perseguido los mismos, uno ya está preso y espero que muy pronto esté preso el otro. Cuando la Corte dijo que a mí se me habían violado todos los derechos constitucionales, ¿qué hizo Pérez Molina? Mandó a llamar a los magistrados, los insultó en su despacho y les dijo: “Hijos de p*** si ustedes no se echan para atrás los mato”. Entonces no me diga que el país está bien manejado por gánsteres. Yo sí se los digo en su cara, y creo que fue el primero en empezárselos a decir. Hay un testimonio escrito llamado “La Guayaba tiene dueño”. Ellos ya esquilmaron el país, ahora déjennos reconstruirlo pues.
Se habla en Guatemala de que la falta de bases del partido oficialista, pocos diputados en el Congreso y la falta de apoyo popular no le permitían gobernar y por lo mismo negociaba ilícitamente con los diputados. ¿Cómo responde ante esta acusación de acciones maquiavélicas?
Le voy a decir una cosa, en primer lugar es muy probable que yo no tenía el control del Congreso. La base popular es falso, porque yo sí tenía base popular. Gané las elecciones con el 68% de los votos, el día que me estaban dando el golpe yo tenía 87% de apoyo popular con las medidas que había tomado de borrar el Congreso y reformar la Corte.
¿Y cómo respondió la Corte de Constitucionalidad ante...?
Ilegalmente. Por eso usted se está dando cuenta que el propio Ramiro de León Carpio declara en Crónica que lo que se había hecho conmigo era un horror jurídico.
También se dice que Ramiro de León Carpio habló clandestinamente con Prensa Libre para decir que usted estaba actuando fuera de la constitución.
Que yo recuerde, no sé. Porque yo ya no estaba en el país. Lo que sí tengo es la revista Crónica donde él dice que fue un horror jurídico. La historia la contaron ellos porque ellos ganaron, y ellos han dicho horrores, pero la única prueba que hay es cómo dejaron el país luego de que yo lo había arreglado.
Desde su experiencia en el autogolpe, ¿cree que disolver los poderes del Estado era la manera correcta de buscar una posición de fuerza para su gobierno?
Mire, aquí hay un problema conceptual. La democracia es un vivir democrático, ¿es democrático una Corte Suprema de Justicia en la que se le entregaba un contrabandista hoy, y lo sacaban en 5 días? El sistema judicial estaba colapsado. Cuando se iba a planificar una operación contra el contrabando yo les decía que tuvieran cuidado porque siempre hay filtraciones, y nosotros creíamos que las filtraciones salían de la policía. El subjefe de la policía que me había sugerido el ejército era Fernández Ligorría y luego él estuvo vinculado con los Zetas y era compadre de Pérez Molina. El Congreso de la República me desesperaba porque no me dejaban gobernar y yo tuve que negociar muchas veces con el Congreso.
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¿Cómo eran esas negociaciones con los diputados?
Era horribles. Pocas leyes hasta que me desesperé, pero eran plazas, era esto, era lo otro, es decir era un chantaje. Mire, si yo me siento a negociar con usted y decimos: “Mire, esto es lo que yo quiero para el país” y usted me dice “No estoy de acuerdo, eso no nos va a servir para el país. Lo que yo creo que debemos hacer en el país es esto”. Esa es una negociación real porque existe un punto de vista diferente, pero si usted llega y me dice: “De las 10,000 plazas que está metiendo usted nos tiene que repartir tantas plazas a nosotros”. Entonces yo les decía: “Señores, pero esas plazas yo las estoy metiendo para todo el país. Si se las reparto a ustedes ya van a tener destino porque ustedes me van a exigir dónde quieren a sus maestros.” Entonces eran unos agarrones increíbles porque era todo cercenado. “Que quiero tanta plata para tal cosa”, a mí me chantajeó el propio presidente de la Corte, el señor Juan José Rodil, él lo dijo públicamente: “Serrano a mí me entrega Q100 millones o él va a saber quién soy yo”. Eso no es democracia. ¿Sabe cómo eligieron a Rodil? Ellos no tenían los votos, no podían elegir a Rodil. Esperaron que yo me fuera a México a la firma de los acuerdos de paz de El Salvador, y esa mañana yo despegando, y ellos inmediatamente metiendo la elección de la Corte. Agarraron a dos de los diputados de mi bancada que ellos necesitaron y les dijeron: “P... o p... Plata o plomo hijos de tantas. O votan por Rodil y compañía o van a ver”. Cuando yo regresé no podía creer lo que me había pasado en mis narices. Me colaron una corte espuria, que después la depuraron.. La explicación que me dieron fue que a ellos les debíamos nosotros favores. Esa no es democracia. Yo no sentí en ningún momento que yo estaba yendo contra instituciones democráticas del Estado, todo lo contrario. Por eso yo me fui esa misma mañana a la Corte de Constitucionalidad y les pedí hacer elecciones nuevamente para una constituyente y para el Congreso. Esa era la mejor prueba de que yo no quería perpetuarme en el poder, ni quería ser dictador. Ahora yo ya no tengo más que hablar ante la historia, ya todo lo demás ellos lo escribieron, ¿o no es cierto? Ellos ya se pasearon en el país.
Durante su gestión trabajó con Roxanna Baldetti (jefa de prensa) y con Otto Pérez Molina (G2), ¿lo contactaron al ser gobernantes?
No, no. En absoluto.
¿Cómo fue su relación con ellos?
Pérez Molina era el G2 y fue el que me traicionó. La Baldetti trabajaba en la Secretaría y era la que atendía prensa en Casa Presidencial. Nunca más volví a tener comunicación con ella. Era una empleada del gobierno, no es mi pariente, ni mi sobrina como dicen, ni es nada mío. Era una relación normal como la que uno tiene con tantos empleados. Imagínese cuántos funcionarios estaban relacionados con la Presidencia.
Y, ¿usted la envió a ella a censurar la prensa cuando se dio el “Serranazo”?
Mire, la mera verdad, le digo no me recuerdo exactamente. Que de mí haya salido una decisión “vayan y censuren la prensa” no hubo. Porque la prensa igual dijo e hizo lo que se le dio la gana. Es decir la prensa no obedeció al gobierno ni paró por lo que se haya dicho en el gobierno. Obedecieron a los que les pagaban que eran Dionisio Gutiérrez y compañía.
¿Usted cree que pudo haber evitado lo que sucedió el año pasado en Guatemala
¿Si yo hubiera sido el Presidente?
Como usted dijo que comenzó todo...
Uy, le digo una cosa. Si yo hubiera triunfado con la depuración del Congreso y la Corte jamás hubiera llegado Guatemala a donde está. Nunca.
¿Cómo evalúa las crisis institucionales de 1993 y la que enfrentó el país en el 2015
Son dos cosas totalmente diferentes. La de 1993 es una crisis artificial porque el estado estaba sano. Estábamos saneando el estado, habíamos puesto en orden muchísimas cosas. Teníamos un país en conflicto. No teníamos recursos. Fue una cosa eminentemente política de grupos de poder que se desesperaron. Y ya ve usted que lo primero que ellos hicieron fue adjudicarse el ahorro nacional para prestárselo al estado. Fue muy descarado. Entonces eso para mí fue un acto de vandalismo, un típico “cuartelazo” para abordar el poder y hacer lo que querían hacer. Y la del 2015 sí tuvo un componente popular. La gente tomó consciencia de la corrupción que había en el poder y salió a la calle y exigió que este se fuera. Tuvimos la suerte en ese momento de haber tenido una presión internacional fuerte, tanto a través de la CICIG con un buen director como es el Sr. Iván Velásquez y una Fiscal, como es Thelma Aldana, que se pusieron los pantalones y que procedieron. Esto es lo que fue la diferencia y este señor está donde debe estar; preso. Ahora él dice que se quedó para encarar su situación, pero eso no es cierto. Porque yo supe que él anduvo buscando qué país le daba asilo y aunque él estaba de Presidente ningún país le quiso dar el asilo, porque en Guatemala se cree que el que está asilado está protegido de su impunidad y no es cierto. Aquí en Panamá se tiene un tratado de extradición con Guatemala. Mi extradición ha sido pedida dos veces, han presentado toda la documentación, han mandado abogados, y aquí he sido juzgado y el Estado panameño encabronado porque ya la segunda vez que le contestó le dijo al Estado guatemalteco que fuera serio y que respetara la soberanía del país. No podían venir a exigir un atropello de esta naturaleza cuando ni siquiera pruebas presentaban.
Y al irse a Panamá, ¿usted pensaba que se quedaría por mucho tiempo exiliado?
La verdad no. Yo pensé que iba a ser un periodo corto, pero JÁ, después yo me di cuenta que el poder de los Gutiérrez es muy fuerte. Ellos tienen bufetes pagados para esto. Saben condicionar, saben amenazar y han tenido condicionados a los gobiernos.
¿Por qué no se presenta en Guatemala para aclarar su caso?
¿Y qué? Si yo estoy en Guatemala. Yo tengo unas 150 acciones judiciales en Guatemala y tengo 2 acciones judiciales en el exterior.
¿Entonces por qué no viajar al país?
¿Para qué voy a ir? ¿Para que me humillen? ¿Y qué justicia me va a dar a mí la razón si este es el momento que no tienen pruebas contra mí y ellos lo saben? Y hay unas órdenes de captura vigentes.
Pero, bajo esa argumentación usted podría regresar y...
¿Y quién va a juzgarme? ¿Para que me metan a la cárcel arbitrariamente? Yo bruto no soy.
Pero con las investigaciones de Thelma Aldana y...
Eso es lo que yo estoy pidiéndole ahora a la fiscal Thelma Aldana. Que formule cargos.
¿Ha tenido comunicación con la fiscal?
Estamos. Esta semana hubo ya una resolución. El Ministerio Público NO quiere presentar pruebas, pero ¿por qué no quieren presentar pruebas? Porque no las tienen. Pero ahora vamos a hacer que la Corte de Constitucionalidad obligue a que presenten cargos.
¿Y con la CICIG?
No. El caso mío no es un caso de la CICIG.
Sí, porque lo que se habla en Guatemala es que usted está aquí siendo impune, entonces...
¡No! ¿Qué impunidad? ¿Usted cree que si yo estuviera en un acto de impunidad o huyendo de la justicia yo podría estar sentado con usted en mi casa dándole declaraciones? Entiendan. Los guatemaltecos los están engañando. Eso no es así. Lo que pasa es que ellos nunca han podido probar nada contra mí porque yo nunca me metí en un negocio del Estado.
No “negocio del Estado”, pero sí violación a la constitución, abandono de cargo...
Ese es un caso político y está juzgado por el Gobierno panameño. ¿De acuerdo? Y además ahí hay mucha tela que cortar, pero eso decidámoslo políticamente. ¿Cómo es posible que a mí se me dicta orden de captura siendo Presidente de la República sin antejuicio? Ni a Pérez Molina se lo hicieron. ¿Sabe cuáles fueron las pruebas que ellos presentaron? Un anónimo y dos recortes de prensa. No me jodan, eso no puede ser. La demanda que yo le tengo puesta al Estado de Guatemala y a todos estos corruptos en la OEA ya lleva dos años y medio, y me va a llevar un poco más. Pero cuando esa demanda prospere va a tronar. ¿Sabe cuántas pruebas documentales presenté en esa demanda? Más de 57 pruebas. Un abogado me dijo que con una sola de esas pruebas se condena al Estado guatemalteco. Lo que ha habido contra mí es un delito de lesa humanidad porque a mí se me ha perseguido injustificadamente. El Estado me ha perseguido por razones políticas y eso es tipificado en el Derecho Internacional Público como un delito de lesa humanidad. Esa es otra demanda que les va a caer y se las voy a meter simple y sencillamente porque creo que eso hay que pararlo en el país y allá hay muchos jueces...
¿Qué es una Refundación del Estado?
La Refundación del Estado es un movimiento que pretende transformar el Estado para que el Estado sea liberado del secuestro que tiene y para que realmente la democracia representativa opere. Esa es la Refundación del Estado con un componente adicional; la participación de los grupos y de los pueblos originarios porque todas las reformas constitucionales y en todo el inicio de nuestra época republicana esos sectores han estado marginados. Nunca ha podido haber una reintegración y nunca hemos podido nosotros tomar las cosas importantes que ellos tienen en su cultura para ser parte de la nuestra.
¿Entonces la Refundación del Estado es una estrategia para volver a Guatemala?
No. Yo puede ser que nunca regrese a mi país. Lo que sí puede estar usted seguro es que a mí no me van a humillar. Mi dignidad no tiene precio. A mí me mandaron a decir en tiempo de Ramiro de León y Pérez Molina que si yo renunciaba yo podía regresar al país sin ningún problema. Les dije “No renuncio”. Lo que ellos querían era mi renuncia, eran obsesivos con mi renuncia.
En una entrevista que usted tuvo en ContraPoder dijo que la Refundación del Estado era para hacer algo por un país “que no tiene futuro”, entonces por qué hacerlo con un movimiento plagado de actores de la vieja política?
Mire, no tenemos actores de la vieja política. Hemos tenido que recurrir a conversar con gente que estuvo en las trincheras porque ese conflicto no está resuelto. El no haberse resuelto los problemas que dieron origen a ese conflicto hace que estemos a punto de iniciar otro conflicto. Me preocupa. Me preocupa también “los rosados” como los llama César Montes. Están queriendo llevar la guerra a los tribunales y hacer eso es abrir un capítulo que los guatemaltecos no debemos querer. Entonces era importante iniciar el diálogo por allí, pero yo le puedo decir ahorita que en el movimiento por cada uno de los viejos que estamos ahí, hay cien jóvenes. Es decir la juventud ha reaccionado.
¿Quiénes son las personas que se encuentran en el movimiento?
Ahorita, ¿qué le voy a decir? Tenemos asociaciones con profesionales jóvenes de los departamentos de abogados, tenemos muchas asociaciones de comunicadores de los departamentos, sobre todo vinculadas a las radios comunitarias. Tenemos muchos jóvenes que hacen seguimiento en la página de Facebook y que se identifican con la forma de pensar mía. Yo estoy muy activo en las universidades del país. Me invitan a dar clases.
¿En Panamá?
No. En Guatemala y voy por Skype (risas).
¿En qué universidades ha estado?
He estado en todas. He estado en la San Carlos, en la Del Valle, en la Galileo, en la Marroquín y en la Mariano Gálvez. El Profesor me llama y estoy en un aula con 40-50 alumnos. Es sumamente interesante porque hablo poco y los dejo que pregunten. Esta semana que pasó estuve dos veces con dos grupos de la Galileo. Todas las universidades me llaman y voy en Skype. Se vuelven conversaciones de una hora muy interesantes. Le contesto a la juventud lo que ellos quieren saber.
El coronel Otto Bernal, por ejemplo, excandidato presidencial de CNN y simpatizante de Manuel Baldizón, ahora lidera la Refundación del Estado...
No. Él forma parte del movimiento, pero realmente en el lado militar la cabeza es el General Santizo.
¿Y no cree que esto le da una mala imagen al movimiento por ser miembros del Ejército, que están mal vistos en Guatemala, un simpatizante de Manuel Baldizón y usted que no tiene una buena imagen en Guatemala?
Mire señor, yo le quiero decir una cosa. Si a imagen vamos, a mí que me digan por qué. Usted dice que yo no tengo una buena imagen en Guatemala, pero hay una página mía de 250 mil jóvenes que me siguen. ¿Por qué me siguen? Por lo que digo. Ahora si yo voy a confiar en la imagen que a mí me ha hecho Dionisio Gutiérrez pues lamentablemente la tengo mala.
¿Son estos “los dueños de la Guayaba” que tienen una mala imagen de usted entonces?
Mire, la prueba está en que las personas que vienen a verme aquí a Panamá, que son doscientas o trescientas, no sé cuántas, tuvieran la imagen que tienen los Gutiérrez o algunos medios de mí, no vendrían. ¿Cómo es que sindicatos vienen aquí? ¿Cómo es que líderes militares de uniforme limpio vienen aquí?
¿Quiénes son estos militares?
El General Santizo, está el Coronel Tún, son trescientos militares los que están involucrados en la Refundación del Estado y lo mismo el grupo guerrillero dentro del Frente. Los militares que apoyan fueron de trinchera, de combate. Todos fueron activos dentro del Conflicto Armado Interno y los guerrilleros que están también. Hemos encontrado una serie de puntos de acuerdo. La gente no se da cuenta, y lo quieran ver como lo quieran ver a mí me importa un bledo, pero yo soy un hombre que está acostumbrado a caminar y si tengo que caminar sobre fuego camino sobre fuego. Pero en esta mesa se han dado cosas espectaculares. Aquí hemos tenido reuniones entre militares y guerrilleros, que no se querían dar, pero aquí se ha hablado a calzón quitado sobre todos los temas que usted se puede imaginar. Ya es necesario que se siente a hablar así. Esta mesa ha sido testigo de reuniones con los sindicalistas más importantes del país y no puede ser las quejas de esa gente.
¿Cuál es el motivo de fomentar un debate para abrir la constitución?
Vengo trabajando la Refundación del Estado desde hace tres años. Hace como dos años tuvimos una reunión en el hotel Panamerican en la que llegaron doscientos líderes comunitarios y allí empezamos a hablar de la Refundación del Estado. Pero ese no es tema mío, no vaya a creer usted que yo me lo inventé. Es un tema que ha sido muy ventilado en América del Sur. Y es básicamente reformas que se necesitan hacer en países en donde existe contingencia de pueblos originarios importantes.
¿Cómo se piensa negociar con los diputados abrir la Constitución?
Mire, lo primero que estamos haciendo es poniéndonos de acuerdo en que si la temática de la Refundación es la que proponemos o hay que modificarla. Dentro del grupo militar se ha estado estudiando eso, dentro del grupo de la guerrilla también y dentro del grupo de los sindicalistas también. Vamos a empezar consultas en todo el país para ir perfilando un acuerdo. Posteriormente esto se planteará en una reforma constitucional, ya que estemos claros qué es lo que queremos y esa propuesta constitucional va al Congreso. Nosotros vamos a ir al Congreso de la República, pero vamos a ir con una cantidad considerable de firmas.
El que Jimmy Morales sea Presidente evidencia el rechazo a la clase política tradicional. ¿Está consciente de ello?
Fíjese que yo creo que la clase política en el país toda está rechazada. La prensa está rechazada. Mire usted lo que dicen de la prensa en el país. En las redes sociales no los quieren, los aborrecen.
¿Usted qué piensa de la prensa del país?
Pienso que es necesaria. En Guatemala, por ponerle el ejemplo de la prensa, la prensa es tremendamente cuestionada porque perdió credibilidad. Ya la prensa no es lo que era antes. Métase a las páginas, métase a los medios y mire cómo tratan a los medios. Los tratan mal, tratan mal al ejército, tratan mal a los partidos políticos, tratan mal a las universidades, tratan mal a todos. Los guatemaltecos estamos acostumbrados a quitar el banco y cortar cabeza. Los jóvenes tienen que venir con otra mentalidad, pero ahorita que estoy platicando con usted a mí me da pena. ¿Sabe por qué? Porque ya lo veo a usted metido en toda la porquería, en toda la mentalidad de todos los otros. Usted tiene que superar eso, darse cuenta que en Guatemala todos somos cuestionables. No hay ninguno que sea perfecto, todos hemos cometido errores.
¿Cometió muchos en su...?
Claro. ¿Sabe qué dice la palabra de Dios? El que dice que no peca hace mentiroso a Dios. Uno cree que es perfecto y está equivocado, pero ustedes los periodistas no crean que son perfectos. La prensa es responsable de gran parte de los problemas del país, como lo son las universidades, las iglesias, los partidos, los políticos, los empresarios, todos tenemos al país como está por culpa nuestra.
¿Se arrepiente de algún error en especial durante su presidencia?
Yo debí haber sido mucho más enérgico y hubiera empezado la reforma por la cúpula militar para haber hecho el cambio que se tenía que hacer en el país porque no haber hecho ese cambio nos está costando la muertes que han habido, la desgracia, la miseria, la pobreza. ¿Usted cree que no me preocupa ver a las juventudes que están siguiendo el mismo patrón que los medios pagados por los Gutiérrez han impuesto? El medio donde usted trabajaba, mire a quién obedecía, a Archila. Entonces todo es fachada mi amigo, todo es fachada. Yo ya estoy cansado de eso. Mire, a mi edad ya me importa un bledo y voy a decir lo que siento, cómo lo siento y cuándo lo siento. A mí ya me cruzaron la banda, fui Presidente, estuve en todas las recepciones donde quise estar, y yo tuve una vida plena; académica, intelectual, política, empresarial.
¿Ha tenido contacto con el actual Presidente de Guatemala?
No. Antes de ser candidato él me vino a visitar y mi recomendación fue: “No tiene experiencia. Haga primero carrera política, métase para ser Ministro, métase al Congreso”
¿Y qué le respondió?
No me respondió. Fue muy amigable, muy atento. Vino con su esposa, aquí cenamos. Pero lamentablemente llegó al poder sin preparación y eso es lo que se está viendo.
¿Qué piensa de la gestión de Jimmy Morales y del momento político que evidencia esto?
El pobre está perdido. Uno no sabe si es por iniciativa propia que comete los errores o si está condicionado por los grupos de poder.
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