¿Qué es lo que está pasando en el mar del Sur de China?
El Lejano Oriente saltó la semana pasada a los ojos del mundo con lo que ha sido calificado como el próximo conflicto internacional en el que podría utilizarse el recurso de las armas: el diferendo del mar del Sur de China. La decisión de la Corte Permanente de Arbitraje a favor de Filipinas respecto a una disputa marítima que se viene desarrollando desde abril no le sentó nada bien al gobierno chino, que respondió indicando que “la soberanía territorial y los derechos e intereses marítimos de China no deberán verse afectados bajo ninguna circunstancia por estos veredictos”.
¿Qué es lo que hay que saber de este conflicto? He aquí una serie de preguntas para comprenderlo mejor:
¿En qué consiste el problema?
La controversia se centra en la soberanía de las zonas marítimas del mar del Sur de China y un archipiélago situado en el este: las islas Spratley. Por un lado, Filipinas argumenta que debido a su cercanía (200km apróx.) con el archipiélago y conforme a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, la zona en disputa le pertenece. En el otro extremo se encuentra China, que demanda cerca del 90% de la zona total del cuerpo de agua, exponiendo que las islas en cuestión, junto con otros archipiélagos, forman parte integral del territorio del país desde hace más de 2,000 años, correspondiéndole el derecho sobre este por herencia histórica. |
¿Por qué el Mar del Sur de China representa tal interés para las naciones asiáticas?
De acuerdo a la Iniciativa para la Transparencia Marítima en Asia, casi un tercio del intercambio comercial de este continente se realiza a través de este mar. Por lo tanto, quien controla la mayor parte del cuerpo de agua, controla una gran porción del comercio en la región. El mayor atractivo ha sido demostrado a través de diferentes estudios que señalan que la zona alberga reservas de petróleo y gas natural, recursos que los países cercanos a ella están dispuestos a explotar.
¿Qué es la Corte Permanente de Arbitraje en la Haya y por qué llevó este caso?
Órgano de justicia de la ONU, esta corte lleva casos que se encuentran en la brecha entre el derecho público y el privado, siendo de esta naturaleza el conflicto al tocar temas de territorialidad y actividades comerciales. Según la Convención de la ONU sobre el Derecho del Mar, todos aquellos países que hayan firmado y ratificado el acuerdo internacional consideraran vinculantes las sentencias emitidas respecto a temas relacionados con el mismo. Esto quiere decir que las resoluciones de la corte deberán ser acatadas obligatoriamente, como resultado de la participación de un país en la convención. Al ser China y Filipinas países que forman parte de ella, el caso fue remitido a la corte con la salvedad de que se acataría la sentencia dictada. La corte falló a favor de Filipinas, por lo que se le ha solicitado a China abandonar la zona en disputa, indicación que el gobierno de este país se ha negado a cumplir por considerarla una violación a sus derechos y soberanía.
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¿Hay algo que la ONU pueda hacer para obligar a China a acatar el fallo?
No. En casos en los que alguna de las partes involucradas se niega a cumplir las resoluciones de uno de los tribunales de la ONU, el país señalador puede acudir al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en busca de apoyo. En manos de este organismo está autorizar el uso de la fuerza y otras medidas para hacer cumplir mandatos. Sin embargo, este cuenta con cinco miembros permanentes (Estados Unidos, Inglaterra, Rusia, Francia y China) que poseen el llamado “derecho de veto”, el cual demerita cualquier resolución. Sin duda alguna, China hará uso de su derecho de veto para estancar cualquier iniciativa que se presente ante el consejo en contra de la soberanía argumentada, frenando cualquier posibilidad de que la organización internacional pueda hacer significativo en torno al tema.
¿Cómo constituye la disputa una amenaza para la estabilidad mundial?
El pronunciamiento de China ha sido calificado como un desconocimiento de la autoridad de la corte y de las reglas del derecho internacional, aquella serie de dictámenes que regulan las relaciones entre Estados. El derecho internacional es un tema relativamente reciente en la historia del mundo y que aún se encuentra en desarrollo. El hecho de que un miembro de la comunidad global se pronuncie en contra de las normas establecidas por este sienta la pauta para que otros países también lo hagan y de cierta manera perjudica los avances que se han hecho durante las últimas décadas en torno al ordenamiento internacional.
¿Estados Unidos tiene que ver algo en todo esto?
Sí. China actualmente se perfila como el mayor rival comercial de Estados Unidos. Es la segunda economía líder del mundo y recientemente ha desarrollado numerosas iniciativas para potencializar su desempeño comercial. Estados Unidos ha buscado involucrarse en el conflicto como un mediador que claramente juega a favor de Filipinas, situación que no es del agrado de los líderes chinos, quienes consideran que la participación de este país en la disputa representa una amenaza a los intereses de su nación. La estabilidad política es un factor muy importante dentro de la economía de un país y esta situación es el escenario perfecto para desequilibrar un poco las cosas en Asia, mermando así el crecimiento económico de China.
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La decisión de la corte sienta un precedente para que otros países asiáticos interesados en reclamar derechos sobre diferentes zonas de este mar se sumen al altercado, contribuyendo al forjamiento de una complicada coyuntura marcada por la tensión. Afirmar que este conflicto se encuentra al borde de convertirse en una guerra sería algo demasiado precipitado. Ambas partes se han pronunciado a favor de la paz y se puede observar una aparente disposición a resolver el problema a través del dialogo. Para determinar con certeza la evolución de este, habrá que ver en los próximos días que camino toman las negociones. Lo que sí nos permite señalar con seguridad esta controversia es que la lucha entre la cooperación y el interés propio prevalece. Paralelamente, sobresale la presencia del Estado Islámico, el reciente Brexit y el ascenso de Donald Trump a base de nacionalismos en las cada vez más cercanas elecciones estadounidenses. Eventos como estos hacen que cuestionemos el futuro de nuestro sistema internacional de fuertes lazos interestatales en un mundo en el que las divisiones nuevamente están saliendo a la luz del día.