aLos alcaldes de 107 municipios se llevaron tremenda sorpresa cuando se dieron cuenta de varias irregularidades relacionadas con el campo laboral en sus alcaldías. Entre estas irregularidades se encuentra la inamovilidad de trabajadores por al menos dos años, incrementos salariales escalonados, bonos e incentivos, deudas por pagos atrasados y el traslado de personal contratado de manera temporal a permanente y presupuestado. Esto se debe a que el año pasado, tan solo días después de las elecciones, más de 100 alcaldes que no fueron reelectos firmaron pactos colectivos, asegurando cientos de puestos a empleados municipales.
¿Qué es un pacto colectivo? Según el articulo 49 del Código de Trabajo, “el pacto colectivo de condiciones de trabajo es el que se celebra entre uno o varios sindicatos de trabajadores y uno o varios patronos, o uno o varios sindicatos de patronos, con el objeto de reglamentar las condiciones en que el trabajo deba prestarse y las demás materias relativas a éste.” Por lo tanto es un instrumento de negociación colectiva por medio del cual se desarrollan las condiciones de trabajo en una empresa para sinceramente mejorarlas. Sin embargo, se ve muchas veces en los sindicatos o los líderes de sindicatos los utilizan de una manera absurda para fomentar el nepotismo, clientelismo y la corrupción.
Las consecuencias que acarrean los pactos descubiertos es que ahora miles de empleados municipales tienen inamovilidad; tienen puestos seguros. Esto causa que las planillas municipales se abulten aun más. Por ejemplo, el ex alcalde de Jalapa aseguró 400 empleados por medio de un pacto que firmó con un sindicato. Ahora el nuevo alcalde, que quiere contratar personal de su confianza, tendría que sobrecargar la planilla. En otros municipios ocurre el mismo problema.
Considero que estos pactos son una manera de los ex alcaldes de comprar lealtades. Teniendo a su propia gente todavía en las alcaldías, los ex alcaldes se aseguran de que al darle trabajo fijo a esa gente, los empleados le serán fiel a la hora que salga cualquier anomalía a la luz. De igual manera le ponen una zancadilla a la gestión de los nuevos alcaldes ya que los obligan a tener planillas tan grandes que representan un alto gasto económico. Esta estrategia de los perdedores supone un capricho al no haber sido reelectos como alcaldes.
Hace una semana, los abogados de estos 107 municipios denunciaron las irregularidades laborales e interpusieron recursos de oposición a los pactos colectivos que descubrieron. Esto con el objetivo de anular los acuerdos que dejaron con los sindicatos los ex alcaldes y que se consideren lesivos los pactos. Sin embargo denunciar un pacto colectivo, no implica la terminación ni disminución de los beneficios contenidos en el, solamente dejar en libertad a las partes para que puedan negociar un nuevo pacto.
Ya que un grupo de alcaldes se reunió con la ministra Leticia Teleguario la semana pasada, queda esperar la respuesta del ministerio de trabajo sobre el tema. Esperamos que estos pactos se consideren lesivos ya que no se puede permitir que los caprichos de los perdedores eviten el funcionamiento de las municipalidades al poner en riesgo la administración financiera de las mismas.
¿Qué es un pacto colectivo? Según el articulo 49 del Código de Trabajo, “el pacto colectivo de condiciones de trabajo es el que se celebra entre uno o varios sindicatos de trabajadores y uno o varios patronos, o uno o varios sindicatos de patronos, con el objeto de reglamentar las condiciones en que el trabajo deba prestarse y las demás materias relativas a éste.” Por lo tanto es un instrumento de negociación colectiva por medio del cual se desarrollan las condiciones de trabajo en una empresa para sinceramente mejorarlas. Sin embargo, se ve muchas veces en los sindicatos o los líderes de sindicatos los utilizan de una manera absurda para fomentar el nepotismo, clientelismo y la corrupción.
Las consecuencias que acarrean los pactos descubiertos es que ahora miles de empleados municipales tienen inamovilidad; tienen puestos seguros. Esto causa que las planillas municipales se abulten aun más. Por ejemplo, el ex alcalde de Jalapa aseguró 400 empleados por medio de un pacto que firmó con un sindicato. Ahora el nuevo alcalde, que quiere contratar personal de su confianza, tendría que sobrecargar la planilla. En otros municipios ocurre el mismo problema.
Considero que estos pactos son una manera de los ex alcaldes de comprar lealtades. Teniendo a su propia gente todavía en las alcaldías, los ex alcaldes se aseguran de que al darle trabajo fijo a esa gente, los empleados le serán fiel a la hora que salga cualquier anomalía a la luz. De igual manera le ponen una zancadilla a la gestión de los nuevos alcaldes ya que los obligan a tener planillas tan grandes que representan un alto gasto económico. Esta estrategia de los perdedores supone un capricho al no haber sido reelectos como alcaldes.
Hace una semana, los abogados de estos 107 municipios denunciaron las irregularidades laborales e interpusieron recursos de oposición a los pactos colectivos que descubrieron. Esto con el objetivo de anular los acuerdos que dejaron con los sindicatos los ex alcaldes y que se consideren lesivos los pactos. Sin embargo denunciar un pacto colectivo, no implica la terminación ni disminución de los beneficios contenidos en el, solamente dejar en libertad a las partes para que puedan negociar un nuevo pacto.
Ya que un grupo de alcaldes se reunió con la ministra Leticia Teleguario la semana pasada, queda esperar la respuesta del ministerio de trabajo sobre el tema. Esperamos que estos pactos se consideren lesivos ya que no se puede permitir que los caprichos de los perdedores eviten el funcionamiento de las municipalidades al poner en riesgo la administración financiera de las mismas.