Guatemala, en su mes de independencia, se vuelve a ver acechada por las interminables fuerzas de la corrupción. Nuestro país ha sido víctima por dos semanas completas de una tormenta política. Empezando con la declaración de Iván Velásquez como persona non-grata por parte del presidente Morales hasta la revelación del bono de riesgo que percibe el alto mando del ejército de Guatemala. Hoy, el Congreso de la República, a dos días de haber votado en contra de remover el antejuicio de Jimmy Morales, vuelve a desatar el descontento público al legalizar el financiamiento ilícito de los partidos políticos.
Desde las 10 de la mañana, los diputados se reunieron en el Congreso con el fin de iniciar un proceso de votación para aprobar la iniciativa 5352. Saltándose el debido proceso bajo la excusa de declarar el asunto de urgencia nacional, los diputados, en cuestión de minutos, lograron quórum y votaron por la aprobación de la iniciativa de ley. Al finalizar el proceso, la ley fue aprobada con 107 votos a favor.
A continuación, presentamos la opinión de siete jóvenes:
Desde las 10 de la mañana, los diputados se reunieron en el Congreso con el fin de iniciar un proceso de votación para aprobar la iniciativa 5352. Saltándose el debido proceso bajo la excusa de declarar el asunto de urgencia nacional, los diputados, en cuestión de minutos, lograron quórum y votaron por la aprobación de la iniciativa de ley. Al finalizar el proceso, la ley fue aprobada con 107 votos a favor.
A continuación, presentamos la opinión de siete jóvenes:
María Renée Estrada
El Congreso nos azotó tal cual Harvey. Cuando pensamos que "las aguas se habían calmado", tras el fracaso de retirarle el antejuicio al Presidente Jimmy Morales, resultó que los diputados nos sorprendieron con tremendo contubernio para blindarse en el tema de financiamiento ilícito aprobando, de urgencia nacional, reformas al Código Penal.
¿Hacia dónde vamos? Sin Presidente en quién confiar, sin diputados que velen por los intereses de la población y con una ciudadanía adormitada, dividida y confrontada...
¡Despertemos! Nos tenemos que levantar y exigir de vuelta lo que los mafiosos nos han arrebatado. Alzar la voz, unir esfuerzos y establecer acuerdos mínimos es una pequeña parte de lo que nos toca hacer como guatemaltecos. ¡No más corruptos! ¡No más intereses escondidos! ¡No más apología del desastre!
¿Hacia dónde vamos? Sin Presidente en quién confiar, sin diputados que velen por los intereses de la población y con una ciudadanía adormitada, dividida y confrontada...
¡Despertemos! Nos tenemos que levantar y exigir de vuelta lo que los mafiosos nos han arrebatado. Alzar la voz, unir esfuerzos y establecer acuerdos mínimos es una pequeña parte de lo que nos toca hacer como guatemaltecos. ¡No más corruptos! ¡No más intereses escondidos! ¡No más apología del desastre!
Kevin Daniel López
El 13 de septiembre, el congreso probó a la ciudadanía que trabaja a favor de intereses de los parlamentarios y no de la población. Excluir de responsabilidad a los secretarios generales de los partidos políticos sobre la forma en la que se financía un partido, abre paso a una ley proteccionista, que protege a personajes políticos de alto nivel y responsabiliza a terceros, que con poco temor a equivocarme serán puestos al azar pero compartirán entre sí el desconocimiento de las consecuencias jurídicas que conlleva su cargo.
Es una excelente oportunidad para promover una reducción al número de diputados, pues un país con 22 departamentos no necesita de 158 diputados para tener representatividad. Un menor número de diputados nos facilita conocerlos y votarlos; necesario que sepamos su nombre y apellido para que talvez de esa forma, talvez, ellos sepan que no es tan fácil escabullirse o evadir la responsabilidad que desde el día que fueron popularmente electos poseen.
Es una excelente oportunidad para promover una reducción al número de diputados, pues un país con 22 departamentos no necesita de 158 diputados para tener representatividad. Un menor número de diputados nos facilita conocerlos y votarlos; necesario que sepamos su nombre y apellido para que talvez de esa forma, talvez, ellos sepan que no es tan fácil escabullirse o evadir la responsabilidad que desde el día que fueron popularmente electos poseen.
Cinthya M. Sandoval Cuéllar
El miércoles 13 de sep. de 2017, será legado a nuestra historia de otro acto descaro de las estructuras paralelas al Estado que funcionan para manejar y controlar este país. El presenciar cómo el poder legislativo, como elefante arcaico de la corrupción, se despoja de sus cadenas tal tigre hambriento al generar alianzas entre cuatro partidos –FCN, UNE, MR y AC– para aprobar un paquete de leyes que elimina delitos relacionados con el financiamiento electoral ilícito. Entendamos que estas estructuras se manejan por intereses y esta sociedad cuenta con memoria selectiva, hace días hablábamos de corrupción desde el Ejecutivo y ahora hablamos del poder legislativo.
Seamos claros, nuestra “Cultura de legalidad” es un conjunto de valores, normas, percepciones y actitudes que el individio tiene hacia las leyes e instituciones. Guatemala necesita organizarse, participar con un conocimiento de tolerancia crítica, que su juventud haga política en tiempos de indignación, ya que sino lo hacemos este país se irá por el caño. Poco a poco nos quedamos sin cooperación, sin inversión y con una población –no representada– que solamente es espectadora de los juegos de Troya que se establecen en los tres poderes del Estado. El apoyo ante la lucha contra la corrupción no es suficiente, necesitamos un compromiso desde nuestras esferas. No hay cena gratis y esta es la gran lección que nos deja ver cuál era el transfondo del apoyo del Congreso al actual presidente Jimmy Morales. Esta reforma al código penal da cancha abierta a 400 delitos más; nos encontramos viviendo una apología del desastre que debemos enfrentar.
Seamos claros, nuestra “Cultura de legalidad” es un conjunto de valores, normas, percepciones y actitudes que el individio tiene hacia las leyes e instituciones. Guatemala necesita organizarse, participar con un conocimiento de tolerancia crítica, que su juventud haga política en tiempos de indignación, ya que sino lo hacemos este país se irá por el caño. Poco a poco nos quedamos sin cooperación, sin inversión y con una población –no representada– que solamente es espectadora de los juegos de Troya que se establecen en los tres poderes del Estado. El apoyo ante la lucha contra la corrupción no es suficiente, necesitamos un compromiso desde nuestras esferas. No hay cena gratis y esta es la gran lección que nos deja ver cuál era el transfondo del apoyo del Congreso al actual presidente Jimmy Morales. Esta reforma al código penal da cancha abierta a 400 delitos más; nos encontramos viviendo una apología del desastre que debemos enfrentar.
Diego De Leon Zurita
Aprovechándose del caos político que vive Guatemala en estos momentos, el Congreso de la Republica vuelve a hacer de las suyas. La iniciativa 5352 fue un acto de legalización de la corrupción. Aprobado por 108 diputados, la nueva ley defiende y legaliza el financiamiento ilícito de partidos políticos. Es lamentable que, a dos días de celebrar la independencia, los legisladores, representantes de nuestro pueblo, escupan descaradamente sobre los esfuerzos de lucha por una política limpia y transparente. Más vergonzoso aún que hayan pasado la ley como urgencia nacional. Al parecer, para estos corruptos y corruptores, el asegurar sus puestos y métodos de política obscura es de mucha más urgencia que la educación, la salud y la seguridad del país. Solamente 16 diputados votaron en contra de la ley.
Este movimiento político realizado por los congresistas es el ejemplo perfecto de tantas razones por las cuales debemos depurar el congreso. Se debe reformar la Ley de Partidos Políticos para que la elección de diputados no sea por partido y que dejen de entrar los mismos corruptos que han existido siempre. En las próximas elecciones, la mayoría de votantes tendrán entre 18 a 35 años de edad. Seremos una población electoral joven. Por lo tanto, es importante que, como jóvenes y como esa nueva generación comprometida por una política transparente y el desarrollo del país, no olvidemos nuestros valores y convicciones. Involucrémonos en política. Informémonos, opinemos y trabajemos por Guatemala. No tengamos miedo de postular a ser servidores públicos y al votar, asegurémonos de que para el 2020 tengamos un congreso digno de nuestro país en vez de los corruptos que tenemos hoy.
Este movimiento político realizado por los congresistas es el ejemplo perfecto de tantas razones por las cuales debemos depurar el congreso. Se debe reformar la Ley de Partidos Políticos para que la elección de diputados no sea por partido y que dejen de entrar los mismos corruptos que han existido siempre. En las próximas elecciones, la mayoría de votantes tendrán entre 18 a 35 años de edad. Seremos una población electoral joven. Por lo tanto, es importante que, como jóvenes y como esa nueva generación comprometida por una política transparente y el desarrollo del país, no olvidemos nuestros valores y convicciones. Involucrémonos en política. Informémonos, opinemos y trabajemos por Guatemala. No tengamos miedo de postular a ser servidores públicos y al votar, asegurémonos de que para el 2020 tengamos un congreso digno de nuestro país en vez de los corruptos que tenemos hoy.
R. Jacobo Méndez Mazariegos
Es preocupante la situación en que actualmente se encuentra nuestro país, en pleno mes patrio nuestros “representantes” nos dieron una prueba de impunidad a todas luces, dejando sin persecución penal a todas aquellas personas que cometieron delitos relacionados al financiamiento ilícito, que es claro que dentro de los más favorecidos se encuentran el Presidente de la Republica.
Como ciudadano me es indignante ver estos actos de corrupción. Asimismo, el hecho de haber aprobado con 107 votos el artículo 1 – relativo a la iniciativa de ley de conmutación de las penas de los delitos de privación de libertad–, que amplía el poder conmutar delitos con penas no mayores a diez años de prisión, tiene una repercusión enorme en nuestro sistema jurídico actual. Es indignante pretender dejar en libertad a muchos funcionarios que cometieron delitos y que se encuentran ligados a procesos judiciales.
Como ciudadano me es indignante ver estos actos de corrupción. Asimismo, el hecho de haber aprobado con 107 votos el artículo 1 – relativo a la iniciativa de ley de conmutación de las penas de los delitos de privación de libertad–, que amplía el poder conmutar delitos con penas no mayores a diez años de prisión, tiene una repercusión enorme en nuestro sistema jurídico actual. Es indignante pretender dejar en libertad a muchos funcionarios que cometieron delitos y que se encuentran ligados a procesos judiciales.
Paola Quezada MacDonald
Los 104 votos a favor de mantener el derecho de antejuicio a Jimmy fueron solo el trailer de una comedia sin gracia que estaba anunciando nuestro tan preciado Congreso de la República. Semana de la independencia de Guatemala, y los únicos sentimientos que afloran en miles de ciudadanos guatemaltecos son el repudio, la indignación y el dolor al reafirmar una vez más que a quienes tenemos como representantes, lo menos que hacen es representarnos. Sus atribuciones se han limitado a defender lo indefendible y salvar a todo aquel que ha financiado sus caprichos.
Yo no pedí una reforma al Código Penal que desapareciera por arte de magia los delitos cometidos por los secretarios generales de partidos corruptos, yo no pedí que las personas con penas menores a 10 años (¡¡10 años!!) sean intercambiables por un cheque (probablemente pagado con dinero de origen ilícito). Así como un 27 de abril del 2015 grite a todo pulmón que Otto Pérez Molina no me representaba, hoy vuelvo con la misma furia a gritar que el Congreso de la República no me representa. Esta comedia no da risa.
Yo no pedí una reforma al Código Penal que desapareciera por arte de magia los delitos cometidos por los secretarios generales de partidos corruptos, yo no pedí que las personas con penas menores a 10 años (¡¡10 años!!) sean intercambiables por un cheque (probablemente pagado con dinero de origen ilícito). Así como un 27 de abril del 2015 grite a todo pulmón que Otto Pérez Molina no me representaba, hoy vuelvo con la misma furia a gritar que el Congreso de la República no me representa. Esta comedia no da risa.
Nery López
«Los actos realizados al amparo del texto de una norma que persigan un resultado prohibido por el ordenamiento jurídico, o contrario a él, se considerarán ejecutados en fraude de ley y no impedirán la debida aplicación de la norma que se hubiere tratado de eludir» art. 4 de la Ley del Organismo Judicial.
Hoy, 107 diputados quienes fueron electos popularmente para defender los derechos de los ciudadanos; velar por la efectividad realización del bien común; garantizar los deberes del Estado del derecho a la vida, la libertad, justicia, seguridad, paz y el desarrollo integral de las personas; hicieron todo, excepto eso.
Hoy se confabularon para maquinar un golpe al orden institucional y garantizar la impunidad. Hoy se atrincheraron para asestarle un duro golpe a la justicia al modificar el delito de financiamiento electoral ilícito, evitar futuras persecuciones penales y no ir a la cárcel. Además, ampliar la conmuta de la pena para delitos con pena de hasta 10 años. ¡Aberrante!
Darle apariencia de legal a un acto ilegal es nulo de pleno derecho y se llama fraude de ley.
Ahora hace falta ver si estos sinvergüenzas pueden hacer lo que quieran con nosotros y se salen con la suya. Recordemos que la soberanía radica en el pueblo y podemos construir un Estado en el que gobernantes y gobernados procedan con estricto apego a la ley. Repudio total, la justicia no es negociable.
Hoy, 107 diputados quienes fueron electos popularmente para defender los derechos de los ciudadanos; velar por la efectividad realización del bien común; garantizar los deberes del Estado del derecho a la vida, la libertad, justicia, seguridad, paz y el desarrollo integral de las personas; hicieron todo, excepto eso.
Hoy se confabularon para maquinar un golpe al orden institucional y garantizar la impunidad. Hoy se atrincheraron para asestarle un duro golpe a la justicia al modificar el delito de financiamiento electoral ilícito, evitar futuras persecuciones penales y no ir a la cárcel. Además, ampliar la conmuta de la pena para delitos con pena de hasta 10 años. ¡Aberrante!
Darle apariencia de legal a un acto ilegal es nulo de pleno derecho y se llama fraude de ley.
Ahora hace falta ver si estos sinvergüenzas pueden hacer lo que quieran con nosotros y se salen con la suya. Recordemos que la soberanía radica en el pueblo y podemos construir un Estado en el que gobernantes y gobernados procedan con estricto apego a la ley. Repudio total, la justicia no es negociable.