El domingo pasado se llevó a cabo un tiroteo en el club Pulse de Orlando, Florida. 50 muertos y más de 53 heridos fueron el resultado de lo que se considera el mayor atentado en Estados Unidos desde el World Trade Center. Omar Mateen (quien disparó a quemarropa dentro del club) declaró que lo hizo en nombre de ISIS y horas después del evento, el Estado Islámico se declaró responsable del acto.
Ahora bien, ¿Qué tan buena comunicación existía entre Mateen e ISIS?
Ninguna. Hasta el momento no se han encontrado pruebas que establezcan la existencia de un contacto directo entre ambas partes. Esto se debe a que el Estado Islámico tiene un modus operandi distinto al que antiguos grupos terroristas han utilizado. Porque a diferencia de Al Qaeda y Boko Haram entre otros, ISIS no es un grupo terrorista.
La creencia de que ISIS es la continuación de Al Qaeda es muy común, pero esto no es así. Si bien estos dos grupos comparten ideologías, metas a largo plazo y fueron aliados en el pasado; el tiempo y sus estrategias se han ocupado de separarlos. Aunque ISIS utiliza tácticas terroristas, esto no lo convierte en una organización de este tipo. Grupos terroristas como Al Qaeda cuentan con docenas e incluso con cientos de miembros, no adquieren ni conservan territorio y no tienen la capacidad de enfrentarse directamente a fuerzas militares. ISIS por el otro lado cuenta con más de 30,000 soldados, mantienen territorio en Irak y Siria con habilidades militares extensas y controlan redes de comunicación. En palabras de Audrey Cronin (profesora de George Mason University), “ISIS es simplemente un Pseudo-Estado liderado por un ejército convencional.”
Ya establecido el hecho de que ISIS va más allá de un grupo terrorista, ¿Cómo lograron infiltrarse en el club de Orlando?
No lo hicieron. El ataque del domingo pasado no fue organizado de la misma forma ni a la misma escala que los ocurridos en París este mismo año. De hecho, ISIS se ha vuelto muchos más peligroso porque ha pasado de ser un grupo de personas armadas a convertirse en una idea. La gran propaganda de ISIS a través de las redes no tiene como objetivo el que las personas les teman. Al contrario, estos mensajes tienen como objetivo influir psicológicamente e conectarse emocionalmente con los receptores para que se sientan identificados y obligados a actuar violentamente. Desde una perspectiva psicológica, el extremismo violento se deriva de dos necesidades humanas básicas: un cierre cognitivo y el otorgamiento de un significado personal.
El ataque de Omar Mateen no fue organizado ni planeado a larga escala como ataques anteriores. De hecho, el tiroteo fue producto de los mensajes de ISIS en las redes. Según el perfil psicológico realizado por el FBI, Omar era homofóbico y era propenso a la violencia. También, Omar sufría de discriminación por lo que fácilmente logró identificarse con los mensajes yihadistas. Al realizar el tiroteo en un club gay, Mateen le dio un significado personal al ataque.
Aunque ISIS no haya participado directamente en la planeación y ejecución del ataque, este fue producto de ellos y el uso de las redes como arma de difusión. El Estado Islámico está esparciéndose más allá del territorio que físicamente controla. Sigilosamente están entrando en los hogares de personas alrededor del mundo con el objetivo de identificarse con ellos y hacer que luchen sus batallas donde ellos no pueden hacerlo.
Ahora bien, ¿Qué tan buena comunicación existía entre Mateen e ISIS?
Ninguna. Hasta el momento no se han encontrado pruebas que establezcan la existencia de un contacto directo entre ambas partes. Esto se debe a que el Estado Islámico tiene un modus operandi distinto al que antiguos grupos terroristas han utilizado. Porque a diferencia de Al Qaeda y Boko Haram entre otros, ISIS no es un grupo terrorista.
La creencia de que ISIS es la continuación de Al Qaeda es muy común, pero esto no es así. Si bien estos dos grupos comparten ideologías, metas a largo plazo y fueron aliados en el pasado; el tiempo y sus estrategias se han ocupado de separarlos. Aunque ISIS utiliza tácticas terroristas, esto no lo convierte en una organización de este tipo. Grupos terroristas como Al Qaeda cuentan con docenas e incluso con cientos de miembros, no adquieren ni conservan territorio y no tienen la capacidad de enfrentarse directamente a fuerzas militares. ISIS por el otro lado cuenta con más de 30,000 soldados, mantienen territorio en Irak y Siria con habilidades militares extensas y controlan redes de comunicación. En palabras de Audrey Cronin (profesora de George Mason University), “ISIS es simplemente un Pseudo-Estado liderado por un ejército convencional.”
Ya establecido el hecho de que ISIS va más allá de un grupo terrorista, ¿Cómo lograron infiltrarse en el club de Orlando?
No lo hicieron. El ataque del domingo pasado no fue organizado de la misma forma ni a la misma escala que los ocurridos en París este mismo año. De hecho, ISIS se ha vuelto muchos más peligroso porque ha pasado de ser un grupo de personas armadas a convertirse en una idea. La gran propaganda de ISIS a través de las redes no tiene como objetivo el que las personas les teman. Al contrario, estos mensajes tienen como objetivo influir psicológicamente e conectarse emocionalmente con los receptores para que se sientan identificados y obligados a actuar violentamente. Desde una perspectiva psicológica, el extremismo violento se deriva de dos necesidades humanas básicas: un cierre cognitivo y el otorgamiento de un significado personal.
El ataque de Omar Mateen no fue organizado ni planeado a larga escala como ataques anteriores. De hecho, el tiroteo fue producto de los mensajes de ISIS en las redes. Según el perfil psicológico realizado por el FBI, Omar era homofóbico y era propenso a la violencia. También, Omar sufría de discriminación por lo que fácilmente logró identificarse con los mensajes yihadistas. Al realizar el tiroteo en un club gay, Mateen le dio un significado personal al ataque.
Aunque ISIS no haya participado directamente en la planeación y ejecución del ataque, este fue producto de ellos y el uso de las redes como arma de difusión. El Estado Islámico está esparciéndose más allá del territorio que físicamente controla. Sigilosamente están entrando en los hogares de personas alrededor del mundo con el objetivo de identificarse con ellos y hacer que luchen sus batallas donde ellos no pueden hacerlo.