2,713 homicidios en el primer semestre de Jimmy Morales
Por: Diego Pazos
Llegó la nota final de la materia “Seguridad” del primer semestre de la carrera de Jimmy Morales como Presidente. La nota del Presidente actual es mejor que la que sacó el gobierno pasado en su último año (disminuyó 3 puntos porcentuales). La violencia no fue la prioridad del gobierno de turno en su primer semestre, así lo revela el informe realizado por el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), que muestra altos índices de violencia que imperan en el país.
Es imposible darle prioridad a todo, se entiende. Pero si (como lo reveló el Presidente) no se ha dejado de trabajar desde el 14 de enero, los números deberían ser más bajos. La violencia en el país no es una prioridad en la agenda del Gobierno, como sí lo es el apoyo a la lucha contra la corrupción. ¡Genial!, pero ese tema ya está en la agenda de la Fiscal y de la CICIG.
La población se siente insegura. El furor de la lucha contra la corrupción y la impunidad deben ser materias distintas a la lucha contra la inseguridad. Y como en la U, descuidar una materia por darle prioridad a otra no termina bien. Además, según el informe que presentó GAM, los meses menos violentos han sido mayo y junio, y las víctimas más afectadas por los altos índices de criminalidad pertenecen al sexo femenino.
La cifra (que casi llega a las 3,000 vidas perdidas en el país) se interpreta como una fuerte oleada de delincuencia, que a pesar de la magnitud de la cuestión, sigue sin ser una prioridad en la agenda gubernamental. Además, no solo es el hecho de que se violenten las leyes, sino que también se tiene la certeza de que no habrá castigo. Las autoridades no están atendiendo la oleada criminal, ni el castigo luego de la ola. Aunque un ciudadano ponga una denuncia, pasará el tiempo y no se resolverá el crimen, solamente se añadirá la denuncia a la estadística de violencia semestral. Pero no es que en el MP sean mala gente, sino que no se tiene un sistema judicial empoderado para dar certeza de castigo.
A nivel nacional hay 33 víctimas de homicidio por cada 100,000 habitantes. Cifra sumamente alta, pero levemente baja a comparación del año anterior. En su informe, el GAM sugiere que la violencia no solo sea una tarea del Gobierno. Los ciudadanos deben involucrarse desde su sector empresarial, social, cultural, deportivo, etc. Que se unan todos los que quieran, puedan y tengan la voluntad para frenar la ola de violencia.
Las medidas preventivas contra la violencia no deben ser generales, se debe descentralizar la política de prevención de violencia para este nuevo semestre y estudiar los casos por separados. La administración municipal es la institución más cercana para los ciudadanos en cada municipio y el empoderar a la municipalidad en cuestiones de seguridad sería una ventaja. Los ciudadanos sienten más cercanía con la municipalidad que con el Gobierno, por esta misma razón exigen a la municipalidad mejoras en seguridad. Cuestión que está fuera de su gestión, pero eso puede cambiar.
Si las municipalidades aportan como institución al estudio preventivo de la violencia en sus respectivos departamentos, todos ganamos. Las causas y medidas para cada municipio serían un estudio municipal que ayuda al gobierno local a encontrar los errores del sistema de seguridad que se maneja actualmente y se podrían tomar las acciones respectivas para prevenir números como el de este informe.
Llegó la nota final de la materia “Seguridad” del primer semestre de la carrera de Jimmy Morales como Presidente. La nota del Presidente actual es mejor que la que sacó el gobierno pasado en su último año (disminuyó 3 puntos porcentuales). La violencia no fue la prioridad del gobierno de turno en su primer semestre, así lo revela el informe realizado por el Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), que muestra altos índices de violencia que imperan en el país.
Es imposible darle prioridad a todo, se entiende. Pero si (como lo reveló el Presidente) no se ha dejado de trabajar desde el 14 de enero, los números deberían ser más bajos. La violencia en el país no es una prioridad en la agenda del Gobierno, como sí lo es el apoyo a la lucha contra la corrupción. ¡Genial!, pero ese tema ya está en la agenda de la Fiscal y de la CICIG.
La población se siente insegura. El furor de la lucha contra la corrupción y la impunidad deben ser materias distintas a la lucha contra la inseguridad. Y como en la U, descuidar una materia por darle prioridad a otra no termina bien. Además, según el informe que presentó GAM, los meses menos violentos han sido mayo y junio, y las víctimas más afectadas por los altos índices de criminalidad pertenecen al sexo femenino.
La cifra (que casi llega a las 3,000 vidas perdidas en el país) se interpreta como una fuerte oleada de delincuencia, que a pesar de la magnitud de la cuestión, sigue sin ser una prioridad en la agenda gubernamental. Además, no solo es el hecho de que se violenten las leyes, sino que también se tiene la certeza de que no habrá castigo. Las autoridades no están atendiendo la oleada criminal, ni el castigo luego de la ola. Aunque un ciudadano ponga una denuncia, pasará el tiempo y no se resolverá el crimen, solamente se añadirá la denuncia a la estadística de violencia semestral. Pero no es que en el MP sean mala gente, sino que no se tiene un sistema judicial empoderado para dar certeza de castigo.
A nivel nacional hay 33 víctimas de homicidio por cada 100,000 habitantes. Cifra sumamente alta, pero levemente baja a comparación del año anterior. En su informe, el GAM sugiere que la violencia no solo sea una tarea del Gobierno. Los ciudadanos deben involucrarse desde su sector empresarial, social, cultural, deportivo, etc. Que se unan todos los que quieran, puedan y tengan la voluntad para frenar la ola de violencia.
Las medidas preventivas contra la violencia no deben ser generales, se debe descentralizar la política de prevención de violencia para este nuevo semestre y estudiar los casos por separados. La administración municipal es la institución más cercana para los ciudadanos en cada municipio y el empoderar a la municipalidad en cuestiones de seguridad sería una ventaja. Los ciudadanos sienten más cercanía con la municipalidad que con el Gobierno, por esta misma razón exigen a la municipalidad mejoras en seguridad. Cuestión que está fuera de su gestión, pero eso puede cambiar.
Si las municipalidades aportan como institución al estudio preventivo de la violencia en sus respectivos departamentos, todos ganamos. Las causas y medidas para cada municipio serían un estudio municipal que ayuda al gobierno local a encontrar los errores del sistema de seguridad que se maneja actualmente y se podrían tomar las acciones respectivas para prevenir números como el de este informe.